Cuando nos adentramos en el mundo del póker, más precisamente en el mundo del tipo Texas Holdem, casi no existen posibilidades de jugar partidas de corte amistoso. Esto es, sobre todo, porque no se puede jugar de forma amistosa si lo que se pretende es ganar una partida de Texas Holdem. Esto no significa que tenemos que hablar mal, o maltratar de alguna forma a nuestros adversarios para poder ganar. De hecho, hacer eso sólo nos haría quedar mal y demostraría nuestra falta de educación. Lo que sí debemos mantener es una forma de juego agresiva cada vez que jugamos una partida de Texas Holdem.
Posted in No podemos afirmar que un correcto análisis de nuestros rivales es más importante que la posición que mantengamos en una partida. Ambas cosas son muy importantes cuando estamos jugando al póker, sea cual sea la variante que practiquemos. Por ello, es fundamental que vayamos aprendiendo y nunca perdamos de vista, que debemos analizar cuidadosamente el comportamiento y las reacciones de nuestros oponentes desde el mismo momento en el que nos sentamos en la mesa de juego. Y también deberemos ser conscientes de nuestras reacciones, no basta con leer a nuestros contrincantes, debemos convertirnos en un libro cerrado parta ellos. No es fácil, pero con práctica y un mínimo esfuerzo, seremos cada vez mejores en todos los aspectos expuestos.
Aunque jugar una partida de póker de forma online puede ser muy divertido, hay una parte muy triste y de la que no se suele hablar mucho cuando se habla del póker vía internet: las trampas.
Una de las variantes es la de colaborar. Imagínese dos jugadores que mientras juegan en el mismo grupo que usted, están hablando por teléfono o comunicándose a través de un programa de mensajería instantánea o chat, informándose acerca de las cartas que cada uno tiene. Colaborando de esta manera fraudulenta el jugador con la mejor mano tendría siempre más posibilidades que el resto de ganar mejores botes. El que tiene la mejor mano iría a por todas, mientras que el que tiene la mano mal simplemente pasaría, y luego ambos se repartirían su dinero.
En este artículo intentaremos dar un pequeño resumen de los patrones de apuestas y los protocolos utilizados de forma más habitual en el Texas Holdem póker. No pretendemos complicar todos los sistemas o patrones en un artículo tan pequeño, simplemente que pueda servir como guía inicial para un novato o una persona que se acerca al Texas Holdem por primera vez y para que pueda servir como aliciente para gente que no conozca esta variante o desee probarla, incluso si no quiere ganar, sino simplemente divertirse jugando.
Dentro de la dinámica de juego más básica, pocas decisiones son tan importantes como estas. ¿Cuando es buen momento para “ver” la apuesta del contrincante?. ¿Cuando nso interesa subir la apuesta que hay actualmente en la mesa?.
Algunos de los principales motivos por los cuales nos interesará subir la apuesta:
- Cuando tenemos una combinación de cartas fuerte, y nos interesa que suba el premio
- Cuando queremos meterle el miedo en el cuerpo a nuestro rival, para que vaya con más cautela
- Cuando creemos que de esta forma aumentaremos nuestras posibilidades de ganar
- Cuando tenemos una mano fuerte y estamos seguros de que otros jugadores van a ver nuestra apuesta
- Cuando estamos seguros de que nuestro oponente está fingiendo, para hacernos creer que tiene una mano más fuerte de la que en verdad tiene
- Cuando decidimos ser nosotros los que vamos a fingir, aunque no tengamos una mano tan fuerte
- Cuando queremos mejorar nuestra mano en la siguiente ronda de apuestas, y queremos que nuestros oponentes abandonen (los jugadores con combinaciones fuertes pero no lo suficiente para aceptar nuestra apuesta) por ejemplo cuando utilizamos la estrategia de fingir a medias
- Cuando hemos conseguido ya formar una mano fuerte (por ejemplo con color o full house)
- Cuando queremos convencer a otros jugadores que somos jugadores sueltos y agresivos, y que estamos subiendo aunque no tengamos buenas manos
- Cuando necesitamos entender cuales son las manos de nuestros contrarios, o sea “leer” sus manos